miércoles, 28 de agosto de 2013

¿QUE ESTA PASANDO EN MEDIO ORIENTE? EXPLICADO PASO A PASO

Lo que está provocando que en Siria esté a punto de estallar un conflicto de enormes proporciones lo podemos explicar paso a paso para que se entienda cómo hemos llegado a este momento, primero que nada, se trata de uno de los escenarios, probablemente, el más importante, en el que se está llevando a cabo el "Juego de Tronos" del que he hablado en este Blog en diversas ocasiones.
Vayamos punto por punto:
  

Irán-la causa de la discordia:
  1. Desde el siglo VI a.C., Irán ha sido la primera potencia en el Medio Oriente con capacidad para condicionar la política de los demás actores en la zona  o construir imperios.
  2. Los Persas, aunque se islamizaron, no estuvieron de acuerdo con la toma del poder en el Imperio Musulmán o Califato unificado por los Omeyas y los Abasidas, ya que ellos apoyaban a Hussein, nieto de Mahoma, como legítimo monarca, por lo que continuaron con su propio proyecto imperial y generaron una propia versión del Islam: el Chiísmo, que pese a las apariencias, es mucho más liberal que el mayoritario Islam Sunnita practicado en el resto del mundo musulmán.
  3. Los últimos monarcas persas: Reza Khan y su hijo Mohamhed Reza Pahleví fueron meros dictadorzuelos y títeres sucesivamente de rusos, alemanes, británicos y norteamericanos y sus intereses petroleros, lo que llevó a la Revolución de 1979 que creó una República en que, con base en las tradiciones y las doctrinas musulmanas chiítas y la influencia del Derecho Constitucional europeo, se presentó como esperanza de resurgimiento del país, y se nacionalizó la industria petrolera, lo que llevó de inmediato al enfrentamiento con EUA y las potencias occidentales.
  4. A 30 años de la Revolución, en Irán el régimen de la República Islámica se ha consolidado.
  5. Sin la Guerra o rivalidad con el Irak de Saddam Hussein, Irán tuvo un gran desarrollo, y a pesar de las sanciones occidentales, bajo las presidencias de Mohamhed Al Khatami y de Mahmoud Ahmadinejhad en los terrenos económico, científico y tecnológico, que repercutió en un nuevo empoderamiento militar persa.
  6. Aprovechando ese desarrollo, Irán comenzó con un programa nuclear con fines civiles, aunque existe la muy fundada sospecha de que también busca la bomba atómica, con lo que empataría o dejaría atrás a Israel y llevaría a las petromonarquías a buscar también ese tipo de armamento.
  7. Ahmadinejhad llevó a cabo una muy atrevida y ambiciosa política exterior, que rompió el aislamiento del país, obteniendo el apoyo del BRIC (Brasil, Rusia, la India y China) así como de otros aliados un tanto exóticos, como los países sudamericanos del "Eje Bolivariano": Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba y hasta Argentina.
  8. La Guerra de Estados Unidos en Irak llevó al poder en la antigua Mesopotamia a los Chiítas iraquíes, habitantes del sur del país y que secularmente han tenido una gran influencia persa en su cultura y son seguidores de la misma corriente del Islam que los iránios.
  9. Siria es aliada de Irán, porque a pesar de tratarse de un régimen laico, la elite del mismo, encabezada por la famila el Assad, es Chiíta.
  10. Irán siempre ha tendido a expandirse hacia el oeste, siguiendo la ruta: Irán-Mesopotamia-Siria-Asia Menor y hacia el sur hacia la península arábiga, hasta verse frenado por algún otro imperio situado en su línea de expansión: la Grecia clásica en el siglo V a.C., Roma a partir del siglo II a.C. y después los Otomanos a partir del siglo XV.
  11. Hoy en día, Irán choca con los intereses de Israel, EUA y las petromonarquías del Golfo.



Las petromonarquías del Golfo--Los rivales regionales:
  1.  Tras el desmembramiento del Califato Otomano, se crearon diversos Estados árabes.
  2. En ellos se establecieron monarcas que se habían rebelado contra el poder del clan turco de los Otomanos, como los Saud, a quienes se hizo reyes de Arabia, quienes sostenían desde el siglo XVIII una rebelión contra la Sublime Puertaesgrimiendo una versión integrista del Islam Sunnita: el Wahabismo.
  3. Las otras dinastías nobles árabes que desconocieron la autoridad califal, pero a la vez se mantuvieron independientes de los Saud mantuvieron sus dominios feudales bajo protectorado británico y después de la Segunda Guerra Mundial lograron su plena soberanía.
  4. En los años 70, cinco pequeños reinos se unificaron en una federación, formando a Emiratos Arabes Unidos, bajo la dirección de Abu Dabi y Dubai, conocidos hasta los años 30 por ser centros de producción de las famosas perlas del Estrecho de Ormuz, pero empezaron a desarrollar una gran explotación petrolera.
  5. Con la Guerra del Golfo, las monarquías se apuntaron a ser aliados de EUA y Occidente contra el Irak de Saddam Hussein: no era para menos, el militar mesopotámico era un ejemplo de los logros de los "Kemalistas" o seguidores del laicismo y occidentalización: a pesar de la guerra contra Irán, que lanzó apoyado por EUA para desbarrancar al régimen de Khomeini, Irak tenía el nivel de vida más alto de todo el Medio Oriente. Las monarquías teocráticas aprovecharon la ocasión para contribuir a destruir al régimen de Hussein y su mal ejemplo para las masas.
  6. Tras la Guerra de 1991, las petromonarquías empezaron a hacer negocios con los norteamericanos, con lo que el desarrollo se disparó de esos países. En particular, se buscaron asociar directamente con las altas esferas de la politica en EUA y Europa.
  7. Veinte años después de la Tormenta del Desierto, las petromonarquías no solo se mantienen de los hidrocarburos, sino del turismo, aerolíneas, telecomunicaciones, finanzas y hasta el deporte profesional, invirtiendo grandes capitales que han paliado la crisis europea y aún la norteamericana.
  8. Las petromonarquías desean entrar de lleno a la carrera por el poder en la región y desean oponerse a Irán y evitar un resurgimiento o expansionismo persa, a la vez, desean neutralizar a Israel.
  9. Para competir con Irán y con Israel, han empezado a invertir en el gasto militar, y se cree que podrían iniciar, en algunos casos, como Arabia Saudita, un programa nuclear.
  10. Firmes en el integrismo islámico wahabita, han financiado movimientos radicales, como el Talibán en la lucha contra la URSS, y a la resistencia palestina.
  11. Al parecer, han desplazado a Israel como influencia en Washington desde el gobierno de Bush, que se volvió socio de negocios de los miembros de la realeza y principales empresarios de esos países, y la tónica ha aumentado con Obama.
  12. Las Petromonarquías han financiado las Primaveras Arabesen Egipto, Libia, Túnez y Siria, países donde existían regímenes laicos y en mucho pro-occidentales, tolerantes hacia las minorías cristianas, para sustituirlas por regímenes islamistas y leales a ellos a fin de constituir un cinturón antipersa y de paso, antijudío.

Turquía-- el comodín:
  1. La República Turca de Mustafá Kemal Atatürk se convirtió en modelo de un país islámico que adoptó un régimen laico y pro-occidental, pero autoritario y militarista.
  2. El experimento turco inspiró movimientos similares en los países de lengua árabe, como Egipto con los militares (Nasser, Sadat y Mubarak), Libia con Gaddafi, Irak y Siria con el movimiento Baath.
  3. A pesar de sus intenciones, Turquía no ha sido aceptada en la Unión Europea, lo que generó en gran parte del pueblo turco resentimiento contra los europeos, mientras que en las zonas rurales había más identidad con el resto del mundo islámico Sunnita.
  4. El resentimiento contra Occidente y la cada vez mayor identificación del turco promedio de las zonas rurales de Anatolia con el resto del mundo islámico llevó al poder a Reccep Tayyip Erdogan y su Partido de la Justicia, de signo islamista "moderado".
  5. Erdogan ha continuado con un discurso europeísta en segundo plano, mientras, principalmente, se ha inmiscuido de lleno en la política levantina.
  6. Neutralizó el poder de los militares al descabezar a la cúpula del ejército, que hasta ahora había garantizado el régimen laico, secularista y occidentalizado.
  7. Ha financiado y apoyado a la resistencia palestina en Gaza en contra de Israel, incluso se ha confrontado abiertamente con el Estado Judío, sobre todo tras el caso del abordaje al buque Mavi Mármara.
  8. Ha apoyado sin empacho alguno a las Primaveras Arabes,aprovechando su pertenencia a la OTAN.
  9. Quiso fungir como una especie de mentor o guía del egipcio Mohamhed Morsi en el proceso de desmantelar al poder del ejército para consolidar al islamismo de la Hermandad Musulmana.
  10. Logró una especie de alianza con Irán y con Brasil para destrabar el programa nuclear del primero, y ganarse el apoyo del BRIC o potencias emergentes.
  11. Está buscando una solución al conflicto eterno con los Kurdos situados en la zona fronteriza con Irak.
  12. Ha renacido el enfrentamiento con los Armenios, mientras, mostrando su islamismo, ha iniciado la persecución de cualquier posible difusión del Cristianismo en el país, incluso llegando a la expropiación y destrucción de antiguas iglesias de la época del Imperio Romano Oriental.
  13. Erdogán sorteó con éxito el conato de un levantamiento similar al de las Primaveras, probablemente cocinado desde fuera, con el que querían darle "una sopa de su propio chocolate".
  14. Existe el sueño de Turquía de obtener influencia sobre las ex-repúblicas soviéticas de Asia Central, habitadas por pueblos turcomanos: Turkmenia, Xazakhaztán, Uzbekistán, Kirguistán...


Estados Unidos y Occidente--Los desorientados y utilizados:

  1. EUA fracasó en Irak, donde dejó en el poder a una elite chiíta totalmente entregada a los intereses de Irán.
  2. No ha logrado vencer al Talibán en Afganistán-Pakistán, que ahora se ven fortalecidos.
  3. Bajo Obama, EUA se ha distanciado de los intereses de Israel, mientras que se nota una mayor influencia de las petromonarquías, incluso, la señal de Al-Jazeera, la televisora de noticias qatarí, antes censurada por sus posturas antiamericanas y antioccidentales acaba de iniciar transmisiones en EUA, difundiendo una visión bastante benevolente de los movimientos radicales islamistas.
  4. Las petromonarquías se han adueñado de negocios importantes, como las aerolíneas (Emiratos es el mayor propietario de aviones de pasajeros, que renta a las compañías aéreas occidentales) o incluso el capital de estas se nota en la propiedad de clubes de fútbol europeos y la inversión en la FIFA, la Federación de Automovilismo, de Atletismo y el propio Comité Olímpico.
  5. Las inversiones de las petromonarquías sostienen a la economía británica, muy debilitada.
  6. También han tejido importantes nexos con las petroleras estadounidenses y otras inversiones en el país norteamericano.
  7. EUA, Europa y las petromonarquías desean frenar el resurgimiento iraní y evitar su expansión, por lo que han apoyado a las Primaveras Arabes para crear un cinturón de países gobernados por regímenes integristas sunitas leales a Riyad, Abu Dabi-Dubai y Doha.
  8. Igualmente, EUA ha pasado a apoyar a los grupos radicales como Al-Qaeda en las "Primaveras" y en especial en el caso sirio, como contribuyó a derribar, con torpeza, a Mubarak, que había sido un aliado fiel, en Egipto, dándole el poder a la Hermandad Musulmana.
  9. EUA no aprende del caso del atentado de Boston, donde dos islamistas chechenos, otrora aliados de Washington en contra de Rusia hicieron el ataque, y ya antes, de Osama Bin Laden, quien también fuera su aliado contra Moscú: los islamistas, y las petromonarquías pueden volverse enemigos pronto, y tienen las herramientas energéticas y financieras para golpear sin necesidad de una guerra.
  10. La migración musulmana en Europa está condicionando cambios en las tradiciones y en el panorama político de varios países.
 Israel--De conspirador a irrelevante:


  1. Israel cada vez encuentra menos eco en la política norteamericana, sobre todo desde la llegada al poder de Obama.
  2. La opinión pública internacional cada vez tiene una mayor postura en contra de Israel y sus políticas hacia los Palestinos.
  3. El "Holocausto" judío en la II Guerra Mundial a manos de los Nazis cada vez parece más lejano para las nuevas generaciones y es más cuestionado, sobre todo ante las acciones judías contra los palestinos y la falta de evidencias históricas concretas.
  4. La secularización en EUA hace que cada vez menos norteamericanos piensen que se debe ayudar a Israel para acelerar la segunda venida de Cristo, como se predicaba en las sectas protestantes.
  5. El Estado de Israel es muy poco productivo económicamente, sobrevive de las ayudas financieras de los judíos de la diáspora y de la ayuda norteamericana.
  6. La presencia de Israel en Medio Oriente no le ha producido beneficio alguno a EUA, pero sí gastos y desgaste político. Las petromonarquías, por contraste, le permiten hacer negocio.
  7. Internamente, cada vez hay más descontento de los Judíos contra el Gobierno israelí, conformado por el mismo grupo reducido de personas y la elevada corrupción en el mismo.
  8. La vida en estado permanente de guerra y acuartelamiento de hombres y mujeres está pasando factura en el tejido social: la homosexualidad y la promiscuidad se han disparado entre los Judíos.
  9. El ejército de Israel, pese que aparentemente no ha perdido efectividad ni combatividad se ha convertido en un verdadero prostíbulo, como se ha desprendido de recientes escándalos, videos y fotos de mujeres militares subidas al Internet, la disciplina se ha perdido y son frecuentes los casos de soldados que prestan servicio alcoholizados o drogados o se organizan verdaderas orgías en los cuarteles.
  10. De igual forma, crecen las tensiones internas: los Judíos religiosos contra los secularizados, los liberales contra los conservadores, los Azhkenazhi contra los Sefarditas, los recién inmigrados de Europa Oriental contra los nativos y también crece la desigualdad social entre ellos.
  11. Igualmente, crece, sobre todo en los jóvenes, la oposición a las políticas genocidas y belicosas del Gobierno Israelita contra palestinos y sus vecinos.
  12. Al parecer, los norteamericanos desean que Israel se frene y quede con las fronteras pactadas en 1967 y evite la colonización de nuevos asentamientos en territorios palestinos, y es que parece, esta es la condición que las petromonarquías y Turquía pretenden imponer para reconocer al Estado Judío.
  13. Impulsados por un fanatismo no religioso, sino nacionalista, los gobernantes israelíes podrían complicar las cosas e iniciar ellos mismos una agresión contra Irán, sin el consentimiento o control de los norteamericanos.

Rusia y China--Los interesados:
Lo que pasa en Medio Oriente es parte del "Juego de Tronos" por el poder global.
  1. Tal parece que se busca atraer a EUA a un conflicto de gran escala en la región que termine de agotar su golpeada economía, misma que se sustenta en deuda pública.
  2. China es el principal acreedor de EUA.
  3. Rusia y China han patrocinado el renacimiento de Irán como gran potencia regional y han respaldado su programa nuclear, aspiran a sacar los intereses occidentales de la región y sustituirlos por una potencia local aliada de ellos.
  4. Con el "Eje Bolivariano" han logrado disminuir enormemente la influencia estadounidense en América del Sur.
  5. Rusia principalmente, protege a Siria y al régimen de Bashar El-Assad, pues es su aliado y poseen la base naval de Tartus en el Mediterráneo, además de proteger los intereses persas, aliados de Moscú.
  6. EUA aspira a derribar al régimen de Vladimir Putin por cualquier pretexto: falta de Democracia, los homosexuales, el respaldo a tiranías, pues teme al resurgimiento ruso.
  7. Una victoria norteamericana en Siria representaría un golpe duro para Putin.
  8. Una derrota norteamericana significaría la caída de EUA como primera potencia mundial.


Francisco I--El Papa invisible:
  1. Lo que sucede en Medio Oriente no es la búsqueda de la destrucción del Mundo Arabe como dice el Cardenal de Damasco, sino su reorganización en un momento en que EUA se presenta como fortaleza asediada, pero sí le entregaría el poder a los radicales islamistas beneficiando a las petromonarquías que abonarían en el camino a la reconstrucción del califato.
  2. Sí se daría la destrucción de las comunidades cristianas en Medio Oriente, ante las evidentes agresiones e intenciones genocidas de los pro-Morsi en Egipto o de los rebeldes sirios.
  3. El Papa Francisco I (irónicamente se llama igual que el Rey francés que fue el primer gobernante occidental en aliarse con los islámicos, en aquel entonces, contra España) felicitó a los musulmanes por Ramadán y se la pasa hablando de diálogo.
  4. No ha condenado las políticas evidentemente anticristianas de Obama y los gobiernos europeos que apoyan a los islamistas.
  5. No ha dado ninguna muestra de apoyo a los cristianos perseguidos en Medio Oriente y exhibe una enorme ignorancia respecto a lo que ahí ocurre.
En fin, he aquí un resumen de lo  que nos ha llevado al momento actual, punto por punto y los intereses encontrados que se tejen y al parecer, se decidirán en Medio Oriente en las próximas semanas; en esa región, como en el pasado, se está decidiendo ahora el futuro de la humanidad entera. Veamos qué pasa.

Tomado de:


martes, 27 de agosto de 2013

Deman: la prudencia



Con retraso de nuestra parte -que esperamos nos sea perdonado- queremos dar a conocer este libro del P. Deman que ha publicado Gaudete. Un libro muy recomendable por diversas razones. En primer lugar, porque no siendo una lectura ligera, resulta una magnífica introducción a la virtud de la prudencia en Santo Tomás. Otras exposiciones, en cambio, pueden ser incompletas, muy extensas o de difícil lectura. En segundo lugar, porque el tema que trata no tiene interés meramente académico sino que está en el corazón de la vida moral de la que depende nuestra felicidad. Y en tercero, porque el libro puede servir como remedio para algunos achaques y manías del tradicionalismo católico. Apuntemos dos:
Uno, en el plano moral personal, la herencia de la casuística. Si nuestro horizonte de ortodoxia es el catolicismo barroco, que se fija en una tradición corta (asumiendo como positivos los elementos novedosos de la modernidad post-tridentina) pero desatiende  la sabiduría que aporta la tradición larga (sobre todo, patrística y medieval), el imprescindible papel de la prudencia en la vida moral se verá oscurecido por la casuística, lo que puede producir resultados paradójicos. En efecto, no es raro encontrarse con hermanos en la fe que, desconociendo la función de la prudencia, combinan rigorismos extremos en algunas cuestiones con gran laxitud en otras.
Dos, en el plano moral social, el platonismo político. La lectura de la obra de Deman debiera completarse con La prudencia política de Leopoldo E. Palacios. Pues el platonismo político es un achaque, o manía, bastante común entre tradicionalistas. Dejando a salvo los grandes principios, existe en la vida política una amplio campo para las diversas soluciones prudenciales, condicionadas por las circunstancias propias de cada comunidad política concreta. Así, p. ej., la moneda de tal país ¿debe ser convertible o fiduciaria? No hay una “solución católica” determinada para esta cuestión, que es prudencial, deberá tener en cuenta las ventajas y desventajas de ambas posibilidades, considerar los aspectos técnicos, etc. Caben distintas opiniones que serán mejores o peores según su fundamento y el complejo de circunstancias. Y no se es mejor católico por estar a favor de una u otra solución.
Nuestras más sinceras felicitaciones por la iniciativa a José Antonio Ullate Fabo. La publicación de esta obra es un motivo más para colocar un enlace a la web de la editorial en la sección “desintoxicar” de nuestra bitácora.


domingo, 25 de agosto de 2013

Royo Marín: ¿Se salvan todos?


Ofrecemos hoy unos fragmentos de un libro de Royo Marín que tiene el mismo título que nuestra entrada. El libro completo puede consultarse aquí. Esperamos contribuya a contrastar algunas opiniones
Hace ya bastante tiempo que voces amigas me vienen pidiendo, con cariñosa insistencia, que escriba un comentario teológico al gran dogma, divinamente revelado, de la voluntad salvífica universal de Dios. San Pablo, en efecto, inspirado por el Espíritu Santo, dice expresamente en su primera epístola a Timoteo: «Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2,4).
En realidad, ya abordé ampliamente este gran dogma en un largo capítulo de mi «Teología de la salvacióm»1 que llevaba por título la pregunta que le hicieron a Cristo nuestro Señor: ¿Son pocos los que se salvan? (Lc 13,23). Al estudiar teológica y exegéticamente la respuesta de Jesucristo quedó muy claro que Cristo no quiso contestar directamente a la pregunta, limitándose prudentísimamente a recomendar la entrada por la «puerta estrecha» y andar por el «camino angosto», que es el que lleva con seguridad a la vida eterna (cf. Mt 7,13-14).
El hecho de que Cristo no quiso contestar afirmativa o negativamente a la interesantísima pregunta ha sido interpretado de muy diversa forma por los exegetas y teólogos católicos. Unos dicen que evitó la afirmativa para no lanzarnos a la desesperación, y otros creen que evitó la negativa para que no incurriéramos en la presunción. Las dos cosas son perfectamente posibles.
Pero, prescindiendo de antemano de cualquiera de las dos interpretaciones, y examinando cuidadosamente la cuestión a la luz de innumerables textos de la Sagrada Escritura, del magisterio de la Iglesia y de los exégetas y teólogos católicos, llegábamos a la conclusión francamente optimista y esperanzadora sobre el gran número de los que se salvan, muy superior al número de los que se condenan. Parece indudable que esta opinión optimista es más conforme a los datos revelados en su conjunto, al espíritu del Evangelio y a la esencia misma del cristianismo, que es, ante todo, la religión del amor y de la misericordia.
Mi resistencia a abordar de nuevo esta materia se debía, principalmente, a la dificultad de añadir algo sustancial a lo que entonces escribí. No obstante, accediendo a las insistentes y cariñosas instancias ajenas, me he decidido por fin a ampliar un poco más aquellas ideas fundamentales, aportando los datos interesantísimos de los autores que mejor han estudiado esta cuestión.
Mi única finalidad al redactar estas páginas ha sido la de prestar un buen servicio —así lo creo sinceramente— a muchas almas buenas que viven atormentadas por el problema de su salvación eterna, que algunos les presentan tan difícil. Y creo pueden prestar también un gran servicio a muchos incrédulos y ateos, una de cuyas más socorridas objeciones contra la religión, y la que más les escandaliza y aparta de Dios, es su falsa creencia de que, según la religión católica, la mayor parte de las almas caen en el infierno como copos de nieve o como las hojas amarillentas de los árboles otoñales azotados por furioso vendaval.
No se me oculta, sin embargo, que la opinión optimista sobre el gran número de los que se salvan les parece a muchos imprudente y peligrosa, ya que puede prestarse a perderle el miedo al pecado o, al menos, a no preocuparse demasiado de él.
Sin desconocer la posibilidad real de este peligro, creo que las ventajas de esta doctrina superan con mucho sus posibles inconvenientes. Es un hecho perfectamente comprobado por la experiencia diaria que, cuando se exageran las dificultades para alcanzar una meta anhelada la mayor parte de los candidatos se desaniman y abandonan la lucha para alcanzarla.
Cuando en unas oposiciones para obtener algún cargo se anuncian cinco plazas para los dos mil aspirantes a ellas, está bien claro que nadie se hace ilusiones: es inútil esforzarse, todo se deberá al favoritismo o al azar. Pero si, sin precisar exactamente el número de plazas disponibles, se anuncia que existen en número suficiente para que la mayor parte puedan conseguir una, entonces se animan y estimulan todos a trabajar con entusiasmo para alcanzarla. Es preciso ponerse por completo de espaldas a la psicología de las masas para no darse cuenta de este fenómeno. Si ponemos el cielo a una altura poco menos que inaccesible para el común de los mortales, la inmensa mayoría de los hombres renunciarán a esa lotería tan difícil y se entregarán al pecado exclamando insensatamente: «De ir al infierno, en coche»2.
Si a esto añadimos que la doctrina generosa y optimista, bien fundamentada, levantará el ánimo de ciertas almas sinceramente cristianas que tiemblan de espanto ante la posibilidad de condenarse para siempre, y que hará callar y acaso pensar seriamente a los que se resisten a aceptar el dogma del infierno por creer, equivocadamente, que casi todos van a él, parece que el escrúpulo de su peligrosidad no tiene la suficiente fuerza para renunciar a estas ventajas.
Con razón escribe a este propósito el famoso convertido P. Faber, partidario decidido del gran número de los que se salvan:
«Si yo pudiera persuadirme de que esta discusión no tiene ningún objeto práctico, ni ningún alcance para la vida cristiana, o que pudiera de alguna manera conducir a estimar en menos las reglas de la perfección, evitaría con cuidado el abordarla. Pero la fe, aun entre las gentes de bien, se resiente de tal modo de la incredulidad curiosa y critica de nuestros días, que no es posible callar sobre ciertas cuestiones que se han suscitado en sus ánimos, y que, para restablecer en, ellos un sentimiento más justo del carácter paternal de Dios, es necesario presentarles consideraciones muy claras sobre lo que conocemos de El. Eso es un medio de disipar las dudas mal definidas, las reflexiones inquietas que les impiden entregarse a Dios con abandono, y que, aun cuando tengan un lado verdadero, llegan a ser falsas a fuerza de ser exclusivas»3.
Creo que tiene razón el famoso escritor inglés.
¿Que, a pesar de todo esto, habrá quien abuse de la doctrina optimista para perder el miedo al pecado? Bien insensato será quien saque esta consecuencia. Aun suponiendo que fueran poquísimos los que se condenan —cosa que está muy lejos de nuestras conclusiones—, estaría del todo claro que uno de esos poquísimos seria ese insensato pecador que tratase de burlarse de Dios robándole el cielo después de haber pisoteado repetidamente y sin escrúpulo alguno todos sus mandamientos. San Pablo nos advierte claramente que «de Dios nadie se ríe, y lo que el hombre sembrare, eso recogerá» (Gál 6,7). Si alguno abusa de esta doctrina, él pagará las consecuencias. Pero de suyo no es doctrina esta que conduzca al pecado o dé facilidades para él, sino al contrario, lleva lógicamente a una mayor delicadeza de conciencia y a un amor a Dios más íntimo y profundo, aunque sólo fuera por aquello de que «nobleza obliga» y «amor con amor se paga».
Quiera Dios nuestro Señor, por intercesión de la Virgen María, bendecir estas páginas que hemos escrito pensando únicamente en su mayor gloria y en la salvación de las almas redimidas con la Sangre preciosa del divino Salvador crucificado.
NUESTRO PLAN
El camino que vamos a recorrer en nuestro estudio abarca tres partes muy diferentes, pero íntimamente relacionadas entre sí:
En la primera examinaremos el pasaje evangélico en el que se le pregunta al mismo Cristo: «¿Son pocos los que se salvan?», para precisar el verdadero sentido y alcance de su divina respuesta.
En la segunda expondremos ampliamente las razones positivas que inclinan la balanza en el sentido de que son más —acaso muchísimos más— los que se salvan que los que se condenan.
En la tercera, finalmente, examinaremos los principales argumentos de la opinión rigorista, que presentaremos en forma de objeciones, a las que procuraremos dar la debida solución, que confirmará la solidez de la opinión optimista.
Una sintética conclusión cerrará nuestro estudio.
(…)
CONCLUSION
Hemos llegado al final de nuestro estudio en torno al número de los que se salvan. Del examen imparcial y sereno de las razones positivas en favor de la tesis optimista, y de la refutación de las principales objeciones en contrario, nos parece que la teoría del optimismo moderado que hemos querido defender aparece con meridiana claridad como la más probable y la más conforme con el espíritu del cristianismo, que es ante todo la religión del amor y de la misericordia. En confirmación de la misma, y como argumentos impresionantes por su suprema autoridad, queremos recoger aquí dos sublimes versículos del Nuevo Testamento, el primero brotado de los labios mismos del divino Redentor, y el segundo de su discípulo predilecto, el apóstol y evangelista San Juan:
«Y vendrán del oriente y del occidente, del septentrión y del mediodía, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios» (Lc 13,29).
«Y ví una gran muchedumbre que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua que estaban delante del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en sus manos» (Ap 7,9).

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1 Cf. Teología de la Salvación, ed. BAq, pp.117-57.
2 Decimos «insensatamente» porque no es lo mismo condenarse por un solo pecado que por mil. En el infierno, como en el cielo, hay muchos grados y, por lo mismo, siempre representaría una insensatez y una locura tratar de ir a él «en coche», o sea, entregándose con desenfreno a toda clase de pecados.
3 P. FABER, El Creador y la criatura, l.3 c.2


jueves, 22 de agosto de 2013

Genealogía del (neo)conservadurismo eclesial (II)

Esta entrada da cuenta de las grandes corrientes de opinión entre los padres conciliares del Vaticano I. Dos grandes sectores integraban una mayoría favorable a la proclamación del dogma de la infalibilidad y una minoría era contraria. Dentro de la mayoría hay que destacar a un pequeño sector, el de los ultramontanos o infalibilistas extremos, que si bien no consiguieron una definición dogmática tan amplia como sus deseos, décadas más tarde se cobrarían su "venganza" por otra vía. Pero sobre esta "venganza" trataremos en una entrada posterior.

El tema de la infalibilidad pontificia creó una fuerte polarización en la opinión pública en la segunda mitad del siglo XIX. Los defensores de la infalibilidad propusieron que se definiera como dogma. Los anti-infalibilistas reaccionaron movilizando sobre todo la opinión pública liberal y difundiendo el temor de que tal definición no sólo impediría toda reconciliación entre la fe y la libertad moderna, sino que estimularía además las pretensiones medievales de dominio del papado sobre los Estados. Si se mira bien, se ve que bajo la cuestión de la infalibilidad papal se ocultaba una mucho más honda, referente a la relación entre la Iglesia y las libertades propugnadas por el liberalismo…
Por lo que sabemos, la actitud de la mayoría de los padres conciliares del Vaticano I dependía sobre todo de este dilema. En la mayor parte se abrió camino la convicción de que el silencio del concilio acerca de la infalibilidad sería considerado por la opinión pública como una decisión negativa. Hay pues que reducir a sus justos términos las ideas expuestas con cierta ligereza por A. B. Hasler de que el Vaticano I fue resultado de las artimañas y manipulaciones de Pío IX, a quien presenta como un psicópata. Es cierto que Pío IX condujo el concilio hacia la meta que ambicionaba, y que también en él se afianzó la convicción de que el silencio del concilio sobre la infalibilidad habría significado el fracaso del concilio. Es sabido también que el papa mostró poca sensibilidad hacia las razones teológicas y pastorales de la minoría. Y, sin embargo, la realidad está muy lejos de las manipulaciones y presiones de que habla Hasler. K. Schatz, que ha estudiado a fondo la cuestión, afirma: «La definición de la infalibilidad pontificia y del primado jurisdiccional son ciertamente más el resultado de una evolución histórica gradual que de los manejos políticos de determinadas personas. Si hubo sofismas y limitaciones de la libertad, no cabe duda de que los padres conciliares, en general, tuvieron libertad de decisión, información y articulación. La minoría, que comprendía al 20% de los padres conciliares..., tuvo ocasiones suficientes para poner de manifiesto su punto de vista, de palabra y por escrito».
Conviene recordar también que las dos tendencias presentes en el concilio representaban una relación distinta con el mundo moderno. La mayoría tendía a presentar la doctrina de la Iglesia como un contradogma opuesto a los principios de la Revolución francesa, ofreciendo al mundo un principio de autoridad capaz de salvarlo del caos. La minoría, en cambio, tenía mayor sensibilidad histórica, quería evitar hacer más honda la separación entre la Iglesia y la sociedad, y ponía el acento en la vinculación existente entre la infalibilidad papal y la Iglesia universal, en cuanto que el papa debía ser considerado como representante de toda la Iglesia, que en sus decisiones no puede proceder arbitrariamente, sino que está ligado a la tradición y el testimonio de la Iglesia.
Es lo que expresó con acierto monseñor W. E. Ketteler, obispo de Maguncia, en su intervención del 23 de mayo ante los padres conciliares: «Todos los hombres de buena voluntad desean que defendamos y restablezcamos plenamente la autoridad. Pero el mundo está también determinado por otra convicción general: la del rechazo a toda forma de absolutismo, que tantos males ha provocado a la humanidad... Proclamen, pues, reverendos padres, proclamen a todo el mundo que la autoridad de la Iglesia..., es el fundamento de toda autoridad. Pero demuestren al mismo tiempo que en la Iglesia no existe ningún poder arbitrario, sin ley y absoluto..., que en la Iglesia hay un solo Señor...». En el concilio, entre los obispos de la mayoría, estaban también presentes los extremistas, para quienes el papa era la fuente de infalibilidad de toda la Iglesia. Pero no era esta la postura general, ya que la mayor parte de los defensores de la definición consideraban obvio que el papa tenía que escuchar a la Iglesia y usar todos los medios humanos a su alcance para determinar la verdad. Sin embargo, se negaban a insertar en el texto de la definición conciliar cláusulas limitadoras por temor a que, apoyándose en ellas, fueran contestadas a cada momento las posibles definiciones ex cathedra. La infalibilidad papal debía ser un instrumento para resolver eficazmente, con rapidez y seguridad, los conflictos doctrinales en la iglesia. De hecho, la definición de 1870 no supuso en absoluto la confirmación de las posturas de los infalibilistas extremos al estilo de De Maistre. La reacción de J. H. Newman puede considerarse ejemplar a este respecto. Por un lado lamentó las tácticas empleadas para llegar a la definición conciliar, y por otro expresó su satisfacción porque los extremistas no habían conseguido imponer su concepción de la infalibilidad. Por eso Newman aceptó serenamente el dogma del Vaticano I. Aceptar el dogma no significa necesariamente aceptar la teología de los que lo definieron. Lo que está definido es el dogma, no lo demás.

Tomado de:
Ardusso, F. Magisterio eclesial. Madrid: 1995. Ps. 222-226.

lunes, 19 de agosto de 2013

Los últimos cristeros


A fines de los años treinta, en las montañas áridas de México, un coronel cristero y sus últimos hombres, se resisten a dejar las armas. Estos hombres son campesinos, gente humilde y orgullosa. Son perseguidos por el gobierno, y para enfrentarlos necesitan municiones. Sin embargo el apoyo no llega y la vida en la sierra es cada vez más difícil; la guerra está acabando. En su penitencia los hombres van sintiendo abandono, enfermedad y soledad. Son de los últimos que quedan. Aunque el indulto sea una opción, su compromiso con Dios está hecho. 

Puede verse la película completa en el siguiente enlace:


viernes, 16 de agosto de 2013

Policía montada para los "lefebvristas"



Un lector de nuestra bitácora ha realizado esta entrada con datos de distintas fuentes.

A la clausura del Vaticano II, Pablo VI dirigió un mensaje a los gobernantes en el que decía que la Iglesia hoy no pide más que libertad. Sin embargo, algunos obispos argentinos pidieron algo más que libertad al último gobierno militar.

El 20 de julio de 1977 visitaba la Argentina Mons. Marcel Lefebvre luego de de ser suspendido por el Papa Pablo VI.
En los días previos, el arribo del arzobispo francés fue objeto de especulaciones periodísticas porque el canciller del gobierno, vicealmirante Oscar Antonio Montes, calificó la visita como “inoportuna y perturbadora” para las relaciones entre la Argentina y el Vaticano.
La visita tuvo bastante repercusión en la prensa escrita de la época, que se hizo eco de conferencias, comunicados, solicitadas y declaraciones. A tal punto que los medios de comunicación se preguntaron si el gobierno autorizaría el ingreso al país de Mons. Lefebvre.
El canciller Montes, mantuvo una entrevista con el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Aramburu, en la que se trató acerca de las consecuencias de la visita del arzobispo galo.
Hubo declaraciones en contra de parte del Arzobispo de Corrientes, Jorge Manuel López, y del rector de la catedral metropolitana Daniel Jeegar. La Jerarquía advirtió a los fieles para que no participaran de ninguna misa ni oficio del prelado francés. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Raúl Primatesta, censuró a Lefebvre y dijo que "los grupos de laicos que lo apoyan no están reconocidos por la jerarquía católica nacional". Además, el cardenal primado calificó de "reaccionaria” la conducta de su par francés. El vicario general de las fuerzas armadas, Adolfo Tortolo, más matizado, opinó que “no todo es negativo en las recriminaciones del arzobispo Lefebvre”.
El diario liberal argentino La Nación dedicó al tema una editorial con el título, “La unidad de los católicos”. Allí se decía que “sin duda, hubiera sido preferible que el Gobierno se mantuviera a prudente distancia de este lamentable entredicho. En las cuestiones que conciernen al culto no cabe sino robustecer el principio de libertad que subraya nuestra tradición. Pero al margen de la actitud del Gobierno, es necesario recordar que la fuerza de la Iglesia católica ha sido, históricamente, inseparable de su ecumenismo, de su universalidad, de su cohesión basada en una aceptación de la autoridad absoluta del Papa. Hasta ahora, si bien se ha hablado oficialmente de la `inoportunidad` de la anunciada visita de Lefebvre, no se ha adoptado ninguna medida especial que impida su ingreso en el territorio nacional.”
Al final, el gobierno militar permitió el ingreso de Lefebvre a la Argentina, pero prohibiéndole celebraciones públicas e incluso en lugares privados. Así, la policía de la comisaría de Villa Martelli, invocando órdenes superiores, impidió la celebración de una misa en un local alquilado para tal fin.
De resultas de las prohibiciones gubernamentales, las misas del Arzobispo francés se celebraron en casas y departamentos particulares a los cuáles solamente podía ingresarse con invitación. A pesar de las restricciones, la visita ayudó a sentar las bases del actual Seminario de  la FSSPX. 
También en 1977 Mons. Lefebvre visitó Chile. El Cardenal Silva Henríquez lo recibió calificándolo de "Judas". A lo que el prelado francés respondió: “Yo no creo ser Judas, y no le repetiría al cardenal la misma cosa, pero debo confesar que estoy sorprendido de oír esto en la boca de quien fue amigo del presidente comunista Salvador Allende.”


Vídeo con imágenes de la 
visita de Mons. Lefebvre a Chile (1977). 


jueves, 15 de agosto de 2013

Miguel Ayuso


Miguel Ayuso
Por Juan Manuel de Prada.
En un mundo sano, un hombre de la nobleza intelectual y humana de Miguel Ayuso estaría ocupando puestos de honor
AUNQUE antes ya lo había tratado someramente, mi admiración hacia Miguel Ayuso nació con Lágrimas en la lluvia, el programa televisivo que dirijo desde hace tres años. Miguel Ayuso es un paladín del tradicionalismo hispánico, escuela que siempre había suscitado en mí gran interés intelectual. Me bastó invitarlo a un par de programas para descubrir que me hallaba ante una persona excepcional: un pensador profundo y sagaz, dotado de intuición creadora e insuperable expresividad, de erudición enciclopédica y sin embargo siempre amena, de humor irresistible y una generosidad a prueba de bomba; pero, sobre todo, más allá de sus plurales conocimientos, Miguel Ayuso me pareció uno de esos raros hombres que, más allá de ser expertos en una ciencia concreta, son capaces de armar todas las ciencias en sabiduría y de percibir las cosas abarcadoramente, vistas a la vez en sus más íntimos recodos y en panorámica, de tal modo que, allá donde posan la mirada, llevan una luz no usada, perspicaz y distinta, sobre cuestiones que nos habíamos acostumbrado a mirar con las anteojeras de los lugares comunes. He aquí el distintivo del verdadero sabio.
Miguel Ayuso es también la persona más brillante que yo haya conocido jamás. Cuando expone sus razones, asciende desde el plano de las contingencias al plano de los principios con tal poder persuasivo que quien lo escucha razonar se siente al instante prendido de sus razones. Los franceses tienen una expresión, maître à penser, para referirse al hombre que, a través de su pensamiento, no sólo nos incita a repensar las cosas, sino que nutre de esqueleto y musculatura nuestro pensamiento, enseñándonos a pensar. Y eso es, exactamente, Miguel Ayuso, cuya sabiduría se ha derramado en muchos programas de Lágrimas en la lluvia sobre las más diversas cuestiones culturales, políticas, filosóficas, históricas o religiosas, siempre con esa «unidad de mente» que reclamaba Santo Tomás al hombre de ciencia. Así se explica que Miguel Ayuso pueda ser a un tiempo polemista y apologeta, como lo fueron en su tiempo Chesterton o Belloc y como, por desgracia, ya no puede serlo casi nadie, salvo que se resigne a arrostrar una condena al ostracismo.
Lo más admirable de Miguel Ayuso, sin embargo, no son estas dotes que acabo de describir. Lo más admirable de él es que, siendo un hombre al que su pensamiento (que no es de derechas ni de izquierdas, sino combativo contra ambas, como hijas podridas de la modernidad que son) ha impedido el triunfo mundano, no esté envenenado por el despecho ni por el «celo amargo», sino que en todo lo que hace y dice la jovialidad y la bonhomía, el donaire y la caballerosidad brinquen como liebres gozosas; y que nunca cese en su afán de ayudar a quienes le rodean, como hizo conmigo el día en que, habiéndose muerto su madre un par de horas antes, vino sin embargo a grabar un programa al que lo había invitado, por no dejarme en la estacada. Creo que en un mundo sano, un hombre de la nobleza intelectual y humana de Miguel Ayuso estaría ocupando puestos de honor y cosechando aplausos; pero ya sabíamos que nuestro mundo está enfermo. No sabíamos, sin embargo, que estuviera tan putrefacto como para que el resentimiento, la envidia, la manipulación periodística y la avilantez se aliasen, tergiversando sus palabras del modo más marrullero y arrastrando su fama por el fango.
Querido Miguel: Cernuda nos recordaba que ciertos insultos, por proceder de quienes proceden, son «formas amargas del elogio». Gozar de tu amistad y de tu magisterio vivo es uno de los honores más altos que me ha concedido el cielo.
Fuente: